"La música comienza donde acaba el lenguaje"
Amadeus Hoffman

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Conclusiones del Grupo de Mujeres Gitanas

Nº de participantes 15 mujeres de etnia gitana en edades comprendidas entre 25 y 40 años, con un nivel cultural bajo. 

DESARROLLO DE LAS SESIONES: 
Para articular las sesiones partimos de la idea de reconocer la música como un concepto muy amplio, que esta por encima de banderas, culturas y limites.Relacionamos la experiencia musical, el acto de escuchar música con el comienzo de un viaje a nuestras emociones. 

Para ello resulta imprescindible definir EMOCIÓN y distintas clases de emociones, utilizando el soporte teórico para el conocimiento de las mismas. El siguiente paso fue escuchar las piezas seleccionadas sin aportar ninguna información a las alumnas sobre las canciones. Con la canción “Mira que coisa mais linda” el 75% de ellas declaraba haber alcanzado un estado de calma y tranquilidad que venia dado fundamentalmente por la susurrante voz y la musica.El 10% se reconocía en un estado de tristeza y melancolía y el resto de las alumnas no se reconocía en ninguna emoción. Para este grupo esta famosísima canción no formaba parte de su cultura ni de su tradición musical. 

Con la canción de “Mala Vida” el 100% de las alumnas se sintieron igual, alegres, energéticas, optimistas, fuertes…. Muchas de ellas decían que les entraban ganas de bailar y de hacer cosas. Con la canción “The Beautiful People” de Marylin Manson, el estado de ánimo en el que se reconocía el 80% de la clase oscilaba entre enfado y agresividad. El 20% restante se reconocía en el miedo, como fundamental estado de animo.Esto es debido a que asocian esta canción con música satánica y se enfrenta con sus creencias religiosas. 

Con la canción “Para Elisa” El 45% experimento tristeza, melancolía y el resto calma y sosiego. Aunque no reconocían la canción, la asociaban con música clásica y por lo tanto con algo elevado. 

Con la banda sonora de la película “Psicosis” el 100% experimento miedo, nerviosismo, terror, pánico…. Ellas mismas reconocían que aunque no todas habían visto la película, el sonido de la música era espeluznante. En la siguiente sesión lo que hicimos fue escuchar los cancines que eligieron ellas. 
 Soldado de papel –David Bisbal 
 Ave Maria—David Bisbal 
 Celos—Pitingo 
 Desátame—Mónica Naranjo 
 Y para que—Niña Pastori 
 Que me lleve el viento –Niña Pastori 
 Lola—Canelita 
 Échame una mano prima—Niña Pastori 
 Esa que te dice que te quiere—El Parrita 
 Como el agua—Camarón 
 Wannabe—Spice Girls 
 Vuélveme loca—Shakira 
 No estamos Locos—Ketama. 

Algunas de estas canciones fueron elegidas por otras alumnas como por ejemplo las de Niña Pastori. Al escuchar cada canción la alumna que la había propuesto comentaba la emoción que sentía. En general los resultados que se obtuvieron fueron muy similares. Para la mayoría de las alumnas las canciones en el pasado habían supuesto alcanzar un estado de animo de alegría, felicidad, energía….Pero hoy en DIA la emoción ha cambiado, en general ha pasado a convertirse en melancolía y tristeza. Esto se debe a que muchas de estas canciones eran escuchadas en momentos vitales muy diferentes a los que se encuentran actualmente, cuando no estaban casadas y bailaban con sus primas y hermanas, a que algún familiar la cantaba y se ha muerto, a cuando eran jóvenes… 

En fin, el contenido emocional es muy elevado puesto que como nos propone Punset en su programa dedicado a la Música y la Emoción: La música es un potente rescatador de recuerdos. Para terminar la actividad estuvimos hablando de que canción elegiríamos si esta actividad la hiciésemos dentro de cinco años ¿Seria la misma? Entre todas vimos como seria muy difícil que coincidieran en el tiempo. Esto nos hizo entender aun mejor el poder que tiene la música en nuestras emociones y como paralelo al paso del tiempo en el viaje de nuestra vida, la banda sonora cambia, se enriquece, pasa por diferentes tipos, estilos, tonos, sonidos y ritmos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Qué son las emociones: su importancia en nuestra vida

Hemos aprendido desde pequeños que el sentimentalismo (así se ha llamado al hábito de sentir a flor de piel las emociones y a mostrar en público esa forma de interpretar las vivencias) era propio de personas débiles, inmaduras, con déficit de autocontrol. Además, se ha extendido en nuestro imaginario colectivo el lugar común, machista como pocos, de que las emociones o -más aún- el llanto, pertenecen al ámbito de lo femenino. Sin embargo, todo evoluciona y va ganando terreno la convicción de que vivir las emociones es un elemento insustituible en la maduración personal y en el desarrollo de la inteligencia.

Sólo cuando entendemos nuestros sentimientos somos capaces de entender los de otras personas.
Tenemos muy en cuenta nuestro espacio intelectual y no sólo le hemos dedicado tiempo y esfuerzo, sino que incluso la valoración que hacemos de una persona pasa, en buena medida, por sus conocimientos y habilidades intelectuales. Desde la educación, tanto reglada como no académica, se nos ha motivado para que saquemos el máximo partido a nuestros recursos intelectuales.
Nadie discute la necesidad de adquirir conocimientos técnicos y culturales para prepararnos (y reciclarnos) para la vida profesional, pero en una equivocada estrategia de prioridades olvidamos a veces la importancia de educarnos para la vida emocional. Para convertirnos en personas maduras, equilibradas, responsables y, por qué no decirlo, felices en la medida de lo posible, es muy importante saber distinguir, describir y atender los sentimientos. Y eso significa contextualizarlos, jerarquizarlos, interpretarlos y asumirlos. Porque cualquiera de nuestras reflexiones o actos en un momento determinado pueden verse "contaminados" por nuestro estado de ánimo e interferir negativamente en la resolución de un conflicto o en una decisión que tenemos que tomar.

Una habilidad muy especial
Mimar nuestro momento emocional, aprender a expresar los sentimientos sin agresividad y sin culpabilizar a nadie, ponerles nombre, atenderlos y saber cómo descargarlos, es uno de los ejes de interpretación de lo que nos ocurre. Cada vez que dudamos ante una decisión, que nos proponemos comprender una situación, no hacemos estas operaciones como lo haría un ordenador o cualquier otro ingenio de inteligencia artificial, sino que ponemos en juego, traemos a colación, todo nuestro bagaje personal (incluyendo lo que nos ha podido pasar hace un rato o unas horas) y el pesado fardo de nuestra herencia cultural. Sólo cuando conectamos con nuestros sentimientos, los atendemos y jerarquizamos, somos capaces de empatizar con los sentimientos y circunstancias de los demás. No es más inteligente quien obtiene mejores calificaciones en sus estudios, sino quien pone en práctica habilidades que le ayudan a vivir en armonía consigo mismo y con su entorno.
La mayor parte de las habilidades para conseguir una vida satisfactoria son de carácter emocional, no intelectual. Los y las profesionales más brillantes no son los que tienen el mejor expediente académico, sino los que han sabido "buscarse la vida" y exprimir al máximo sus habilidades.

Aprender a desarrollar la inteligencia emocional
Esta sociedad de las "buenas maneras" y el control social han hecho de nosotros 
auténticos robots de las apariencias. En la Universidad de Málaga los doctores Fernández Berrocal y Extremera han abordado la inteligencia emocional como la habilidad (esencial) de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. En la inteligencia emocional se contemplan cuatro componentes:
  • Percepción y expresión emocional. Se trata de reconocer de manera consciente qué emociones tenemos, identificar qué sentimos y ser capaces de verbalizarlas. Una buena percepción significa saber interpretar nuestros sentimientos y vivirlos adecuadamente, lo que nos permitirá estar más preparados para controlarlos y no dejarnos arrastrar por los impulsos.
  • Facilitación emocional, o capacidad para producir sentimientos que acompañen nuestros pensamientos. Si las emociones se ponen al servicio del pensamiento nos ayudan a tomar mejor las decisiones y a razonar de forma más inteligente. El cómo nos sentimos va a influir decisivamente en nuestros pensamientos y en nuestra capacidad de deducción lógica.
  • Comprensión emocional. Hace referencia a entender lo que nos pasa a nivel emocional, integrarlo en nuestro pensamiento y ser conscientes de la complejidad de los cambios emocionales. Para entender los sentimientos de los demás, hay que entender los propios. Cuáles son nuestras necesidades y deseos, qué cosas, personas o situaciones nos causan determinados sentimientos, qué pensamientos generan las diversas emociones, cómo nos afectan y qué consecuencias y reacciones propician. Empatizar supone sintonizar, ponerse en el lugar del otro, ser consciente de sus sentimientos. Hay personas que no entienden a los demás no por falta de inteligencia, sino porque no han vivido experiencias emocionales o no han sabido gestionarlas. Quién no ha experimentado la ruptura de pareja o el sentimiento de orfandad por la pérdida de un ser querido, es difícil que se haga cargo de lo que sufren quienes pasan por esa situación. Incluso cuando se han vivido por experiencias de ese tipo, si no se ha hecho el esfuerzo de vivirlas de manera explícita aceptándolas e integrándolas, no estarán suficientemente capacitados para la comprensión emocional inteligente.
  • Regulación emocional, o capacidad para dirigir y manejar las emociones de una forma eficaz. Es la capacidad de evitar respuestas incontroladas en situaciones de ira, provocación o miedo. Supone también percibir nuestro estado afectivo sin dejarnos arrollar por él, de manera que no obstaculice nuestra forma de razonar y podamos tomar decisiones de acuerdo con nuestros valores y las normas sociales y culturales.
Estas cuatro habilidades están ligadas entre sí en la medida en que es necesario ser conscientes de cuáles son nuestras emociones si queremos vivirlas adecuadamente.
Gestionar adecuadamente las emociones supone:
  • No someterlas a censura. Las emociones no son buenas o malas, salvo cuando por nuestra falta de habilidad hacen daño, a nosotros o a otras personas.
  • Permanecer atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como psicológico.
  • Investigar cuáles son las situaciones que desencadenan esas emociones.
  • Designar de forma concreta los sentimientos y señalar las sensaciones que se reflejan en nuestro cuerpo, en lugar de hacer una descripción general ("estoy triste", "estoy nervioso"...).
  • Descargar físicamente el malestar o la ansiedad que nos generan las emociones.
  • Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado, sin acusaciones ni malas formas y detallando qué situación o conducta es la que nos ha afectado.
  • No esperar a que se dé la situación idónea para comunicar los sentimientos, tomar la iniciativa.



Ficha para trabajar la relación entre música y emociones

La música une a la gente: Stand By Me

"Playing For Change es un movimiento multimedia creado para inspirar, conectar y promover la paz en el mundo a través de la música. La idea del proyecto surge de la convicción de que la música desarma las fronteras y nos ayuda a superar nuestras diferencias. Independientemente de nuestros orígenes geográficos, políticos, económicos, espirituales o ideológicos, la música tiene el poder universal de unirnos como habitantes de un mismo planeta. Hemos elaborado un estudio de grabación móvil, usando el material utilizado en los mejores estudios, para viajar a través del mundo y grabar, donde la música nos llevara".

http://playingforchange.com/


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Escucha la canción

Escucha las melodías, ¿a que emociones te llevan?


lunes, 19 de diciembre de 2011

Díptico música, emociones e interculturalidad

Redes 2.0 Música, emociones y neurociencia

Las Emociones en imágenes

GRÁFICO DE LAS EMOCIONES BÁSICAS 
EXPRESIONES FACIALES ASOCIADAS A EMOCIONES

Emociones, música e interculturalidad: Por qué este proyecto

La risa, y también el llano, son lenguajes universales.
No hay nadie igual. Los seres humanos somos todos diferentes: tenemos diferentes creencias, religiones, nacionalidades, preferencias, ideas, profesiones o ideales.
Aún así, las personas de todas las culturas compartimos más de lo que parece: compartimos gran parte de la composición genética, lo que significa que la mayoría de nuestras características físicas son similares; tenemos complejos sistemas de comunicación para transmitir pensamientos, ideas…, y todas somos capaces de expresar una amplia gama de emociones. Las emociones básicas, como la alegría, la ira, el miedo y la tristeza, son compartidas por todos los seres humanos de todas las culturas, porque somos seres emocionales.
Por tanto, las emociones son universales, ya que son innatas y producto de la evolución.
Algunas investigaciones han puesto de manifiesto que, incluso, las expresiones faciales de las emociones básicas son reconocidas en una amplia gama de culturas. Entre ellas, las investigaciones  de Paul Ekman, que lleva más de 40 años estudiando las expresiones faciales de culturas de todo el mundo, intentando demostrar la universalidad de las emociones básicas. También algunos sonidos que expresan ciertas emociones, como la risa, son asociados por todas las culturas con aspectos positivos, como la distracción y el juego.
Las emociones o sentimientos son muy importantes en nuestra vida porque dirigen una gran parte de nuestras conductas, porque nos permiten darnos cuenta de nuestros pensamientos y actitudes y nos ayudan a cambiarlos cuando es necesario, y porque favorecen que podamos relacionarnos mejor.
La música es un fenómeno universal, porque forma parte de la cultura de todos los  pueblos.
Todas las personas, en algún momento, nos hemos emocionado al escuchar alguna canción y, por lo tanto, a partir de esta experiencia, compartimos con la mayoría de las personas la idea de que la música tiene una capacidad extraordinaria de evocar y expresar nuestras emociones más profundas.
Parece que la música es el más eficaz transmisor de emociones que jamás se ha inventado.
También en este campo hay diversos estudios que indican que las emociones transmitidas por la música, como la felicidad, la tristeza o el temor, pueden ser universalmente reconocidas en todas las culturas, explicando la relación que existe entre la música, la emoción y el cerebro humano.
Por otro lado, la amplitud de campos que nos ofrece la música: cantos, bailes, instrumentos, sonidos corporales, juegos, etc., pueden ser una fuente de auténtico conocimiento de las diferencias entre culturas, así como el reconocimiento de las múltiples semejanzas que existen entre ellas.

La música une a las personas.

Emociones, música e interculturalidad.
Cuando hablamos de cultura nos referimos al conjunto de estrategias, normas y valores que los distintos seres humanos hemos sido capaces de desarrollar para vivir en grupo y para adaptarnos a lo largo del tiempo a diferentes entornos y diferentes espacios. Estos valores, normas y estrategias se han convertido en costumbres y son compartidas dentro del grupo, haciéndolas perdurar de generación en generación

Por tanto, entendemos la cultura en la triple vertiente de ser aprendida a través de un proceso de socialización, de ser una capacidad de adaptación a los cambios del medio y, no menos importante, ser un aparato simbólico a través del  cual vemos e interpretamos la realidad. Además, la cultura es una cuestión dinámica.

Nunca más que ahora podemos hablar de diversidad cultural. En el mundo contemporáneo la diversidad cultural adquiere nuevas dimensiones, provocadas no sólo por los crecientes movimientos migratorios en un mundo cada vez más interconectado sino, también, por el reconocimiento de grupos hasta hace poco invisibilizados y por la necesidad de aceptación y respeto a la diferencia cultural.

Existen varios modelos a la hora de gestionar la diversidad cultural. Desde la Universidad Popular de Palencia apostamos por la Interculturalidad.

Entendemos la interculturalidad como el modelo que pretende plantearse  la construcción de la convivencia en la diversidad. Para eso parte de que ninguna cultura es estática ni homogénea, de que la diversidad existe, incluso, dentro de propia cultura y que los conflictos pueden ser un buen motor para el cambio.

Se plantea, por tanto, encontrar valores comunes que hagan posible la convivencia y para eso es necesario trabajar contra la discriminación y la exclusión; hacer hincapié en las relaciones entre culturas a través de sus individuos; construir la convivencia a través de la interacción, el intercambio y la cooperación, y aceptar y comprender que los conflictos es parte de la convivencia por lo que hay que establecer los mecanismos necesarios para su regulación de forma creativa.

La educación intercultural debe ser para todas las personas,  no sólo para las personas inmigrantes o las minorías étnicas, porque la diversidad está en la sociedad, en el mundo, la televisión, internet, etc.

jueves, 15 de diciembre de 2011

PRESENTACIÓN DE LOS CONTENIDOS DEL BLOG

Este blog es fruto del trabajo que un buen número de mujeres gitanas, payas y extranjeras de la ciudad de Palencia  ha realizado durante los  cursos 2010-11 y 2011-12, coordinado por un equipo de profesoras de la Universidad Popular de Palencia.

El proyecto se denomina “Mujeres por la Interculturalidad”, y cada curso elegimos un tema de trabajo que nos ayude a reflexionar y tomar postura ante la diversidad cultural que caracteriza la sociedad actual.

Aportamos contenidos, proponemos dinámicas, obtenemos conclusiones, realizamos encuentros entre las mujeres que participamos en los distintos grupos, compartimos experiencias y puntos de vista… Y después de todo, nos interesa hacerlo extensible a personas de otros lugares, de otras culturas, de otras realidades.

Este curso hemos trabajado en torno a “Emociones, Música e Interculturalidad”. Una propuesta interesante, a la luz de los resultados obtenidos y la satisfacción de las mujeres que han participado en el trabajo. Ponemos toda nuestra labor a vuestra disposición esperando que sea de interés.

El equipo de profesoras de la Universidad Popular de Palencia.